Su historia comienza con su creador Miguel de Montaigne. En el siglo XVI Montaigne comenzó a escribir anotaciones muy breves con la idea de desarrollarlas ampliamente más adelante y decidió llamar a estos escritos ensayos. Sin embargo, muy pronto Montaigne se dio cuenta de que tales anotaciones tenían un carácter autosuficiente. Muchos de estos trabajos permanecieron como originalmente él los había escrito y nunca perdieron su valor filosófico.
Las definiciones tradicionales apuntan a que un ensayo es un escrito generalmente breve, en prosa, cuyo fin es discutir o disertar en torno a un solo tema, de una manera muy personal, pero sin el interés de agotarlo.
El ensayo se distingue del cuento porque maneja ideas directa y exclusivamente. No cuenta una historia y no tiene personajes, ni s anecdótico. Se debe utilizar únicamente para plantear y discutir ideas.
A ser el menos artístico género literario se le puede llamar ciencia más que arte, debido a que sus opiniones están basadas en una observación y una investigación para emitir tales opiniones. De ellas partirá la imagen que tenemos del autor.
El ensayo se origina en ideas que el autor cree ciertas, mientras que el cuento puede tener una buena dosis de imaginación y las ideas fluyen de un modo indirecto. Quiere decir, que un cuento nos obliga a inferir ideas, mientras que un ensayo nos las dice claramente.
Todos podemos escribir un ensayo porque estamos en condiciones de ofrecer nuestras opiniones, o sea nuestro punto de vista sobre un tema. Y este punto de vista con el que se aborda el tema puede ser muy personal, y es la postura desde la cual el autor de un ensayo nos dice cuáles son sus gustos, qué él favorece y qué rechaza.
Por lo general, un ensayo puede ser familiar o científico. Un ensayo familiar es el que escribe una persona común y corriente sin tener una preparación académica sobre la materia.
Un ensayo científico, es el que escribe una persona especializada en le tema, con un conocimiento ahondado de la materia.
Podría ser que dos personas abordaran el mismo tema en un ensayo pero de una forma muy diferente según el conocimiento académico de ambos, como ejemplo una dama que es ama de casa que opina sobre la comodidad de los autos y un ingeniero automotriz.
Otro ejemplo sería un estudiante de historia y un profesor de historia quien debe enjuiciar científicamente el hecho histórico del que habla. Una persona que va al teatro y un critico de teatro que observa con detenimiento cada aspecto de la obra.
Entonces, un ensayo puede tener gradaciones o niveles de conocimiento. Un lector exigente pedirá que el tema se maneje a la mayor altura posible para adquirir así un gran conocimiento del tema tratado.
Para que un ensayo tenga totalidad es bueno seguir cierta estructura; introducción, cuerpo y conclusión.
La introducción es la que responde básicamente a la pregunta ¿de que se trata el ensayo? El autor puede responder directa o indirectamente.
La introducción se encuentra en el primer párrafo para darle un orden temporal y entendible al ensayo.
El cuerpo es el que se encuentra entre la introducción y la conclusión. La extensión del cuerpo depende de la totalidad que el autor quiera conseguir.
Quiere decir que los ensayos deben ser selectivos y ajustarse exactamente a lo que materia de reflexión. El cuerpo lo constituyen los distintos ángulos de los cuales el escritor ve el mismo asunto. Cada ángulo debe ir en cada párrafo para que así se alcance la totalidad deseada.
El cuerpo del ensayo termina cuando la persona que lo escribe encuentra que no hay más que añadirle o que quitarle a su razonamiento.
Por lo tanto, el cuerpo es la parte más importante porque contiene el razonamiento y las opiniones del autor. Aquí se aprovecha de convencer al lector para que piense como el autor.
El detalle de convencer es muy importante porque el ensayo es siempre un intento para revolucionar las ideas del lector.
Un ensayista astuto puede anticiparse a las objeciones que el lector tendrá y discutirlas antes de que el ese lector se convierta en adversario.
La conclusión es la parte final del ensayo y es un resumen de las ideas más importantes según las creencias del lector.
Esas ideas suelen ser una repetición de lo que se ha dicho en el cuerpo pero esta vez muy brevemente explicadas con el propósito de que el lector las recuerde mas que otra.
Esas otras fueron apoyo o ejemplificación, pero las ideas concluyentes son la medula del ensayo. La conclusión es un aviso insistente de aquello que el lector debe recordar.
También el ensayo debe tener un juego continuo entre argumentación y exposición. Esta última para asegurase de que el lector capte aquello que desea transmitirle.
Si una persona esta leyendo y no lo entiende es porque la forma de comunicar no es clara o porque las condiciones circunstanciales del lector no son adecuadas.
Emplear el rebuscamiento filosófico y la artificiosidad lingüística exagerada, es trabajar en contra de la exposición, arriesgándose al hecho de que el lector termine rechazando el escrito.
La argumentación es el procedimiento en el cual el autor defiende sus ideas ante el peligro de ser rechazadas, lo cual puede ocurrir en todo momento, por lo que la defensa debe ser sin cuartel. Basada en ejemplos amplificaciones y toda técnica que se necesite. La argumentación debe estar respaldada por una sólida formación cultural, cuando el ensayo es científico o por unas profundas convicciones cuando el ensayo es familiar.
El poder y la fuerza de nuestra argumentación, decidirán el grado de convencimiento sobre el lector. Por lo que no podemos decirle lo primero que se nos ocurra, si no que un razonamiento cuidadoso que le ayude a experimentar un verdadero crecimiento intelectual. Los ensayos siempre deben perseguir la originalidad, lo novedoso, lo diferente, lo sorprendente, lo que el lector no esperaba que se le dijera y por lo tanto, le resulta impactante, y eliminar lo trivial y ordinario.
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